Aprende a meditar y ser consciente haciendo malabares
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La meditación y los malabares
Tengo que confesar que a veces pierdo la calma. Las ideas invaden mi cabeza y se me dificulta enfocarme en una idea en particular. Leyendo un poco en internet llegue a la conclusión de que debía de aprender a meditar para controlar mis pensamientos.
Buscando más material sobre como practicar la meditación llegué a este video en las charlas TED. Después de verlo sentí una gran motivación para aprender malabares.
Andy nos habla de la importancia de darle un descanso a nuestro cerebro haciendo nada, completamente nada, durante 10 minutos diarios. Nos invita a practicar la meditación y nos habla de cómo la meditación cambia completamente nuestra manera de pensar y ver las cosas.
En el video Andy utiliza algunos trucos de malabares para ejemplificar cómo funciona nuestra mente. Al verlo me sorprendió la capacidad que tenía Andy para dar una plática de este nivel y hacer trucos al mismo tiempo. Desde ese día me propuse aprender a hacer malabares.
Antes de continuar te recomiendo verlo.
Basta con 10 minutos de conciencia
Para mi hacer malabares es como meditar, porque cuando haces algún truco te concentras únicamente en la acción de lanzar las pelotas y atraparlas. Todo lo demás desaparece. Los pensamientos pasan a un segundo plano y la mente se queda en blanco. Pero esto no pasa por arte de magia, tú mismo debes dominar los pensamientos de lo contrario las pelotas caerán al piso.
De hecho a este tipo de meditación se le conoce como meditación activa. Hacer malabares te ayuda a ser consciente del aquí y ahora.
Beneficios de practicar malabares
Beneficios mentales – Recablea tu cerebro
Estudios han demostrado que después de hacer malabares las personas han incrementado hasta 5% la cantidad de materia blanca del cerebro. La materia blanca es como se le conoce a las fibras que transmiten los impulsos eléctricos entre neuronas. Es decir que se crean nuevas conexiones que antes no existían.
Esto es fácilmente entendible si pensamos que al hacer malabares ambas manos deben trabajar por igual. Si eres diestro mejoraras tu manejo de la mano izquierda. Además para poder lanzar y atrapar una pelota en el aire el cerebro debe aprender a hacer cálculos complejos. Para que te des una idea, imagina que debe calcular la trayectoria de tres o más objetos a la vez y ubicar las manos en el lugar y tiempo correcto.
Mejora la coordinación ojos – mano y fuerza al ojo a utilizar la visión periférica.
Haciendo malabares desarrollamos ambos hemisferios del cerebro. Lo más maravilloso es que por el solo hecho de incrementar las conexiones entre ambos hemisferios podemos mejorar otras habilidades que podrían parecer que no están relacionadas. Por ejemplo la creatividad o el pensamiento lógico, e incluso mejora la capacidad de hacer uso de ambas características a la vez.
Y por supuesto está la razón principal por la que decidí aprender a hacer malabares: hacer malabares mejora tu concentración radicalmente. Cuando haces malabares el mundo pasa a segundo plano, desaparecen los pensamientos y tu única preocupación es no dejar que las pelotas caigan al piso. Este momento de paz le da un descanso a tu cerebro.
Hacer malabares es como meditar, doy un paso atrás y dejo que los pensamientos pasen de largo.
Beneficios emocionales
Cuando haces malabares es normal sudar un poco, al final es una actividad física. Y como en todo actividad física tu cuerpo genera serotoninas que te dan una sensación de felicidad. Cuando termino siento una gran satisfacción y paz, tal y como lo dice Andy en el video.
Pero además de esa paz instantánea me siento muy orgullo de ser capaz de hacer malabares. Al principio fue complicado pero ahora lo veo como algo muy sencillo que cualquier persona puede realizar y sin embargo no cualquiera lo hace.
Me encanta hacer trucos cuando hay niños pequeños aunque normalmente hago como que se me caen las pelotas para que se rían. Y claro yo también me río. También hago malabares cuando estoy un poco estresado, me ayuda a olvidar los problemas por un momento y despejar la mente para pensar con más claridad.
Beneficios físicos
Cuando haces malabares no solo mueves tus brazos también debes mantener una postura adecuada y controlar la respiración. Al principio puede parecer fácil pero después de algunos minutos notaras el esfuerzo físico que estás realizando.
Además, salvo que seas un crack, al principio tendrás que agacharte mucho para recoger las pelotas que se te caigan.
En definitiva hacer malabares te ayuda a mejorar tu musculatura, agilidad, flexibilidad, equilibrio y motricidad.
Mis consejos para empezar a hacer malabares y meditar
La única forma de aprender a hacer malabares es practicando, practicando y practicando. En mi caso tardé 2 semanas en poder hacer malabares con tres pelotas. El primer truco que aprendí fue el más básico: cascada. Dedicaba alrededor de 15 minutos entre semana y una media hora los fines de semana.
Este es mi primer consejo: paciencia. Lo que estás haciendo es creando conexiones nuevas en tu cerebro y eso toma tiempo. No vale hacer 8 horas seguidas de malabares. Es mejor practicarlo poco pero durante varios días seguidos. Es indispensable dormir para que ese aprendizaje motriz se interiorice.
El segundo consejo es que lo hagas todavía más divertido. Varía, experimenta y mezcla trucos. A mí me encanta hacer transiciones entre trucos normales y trucos rebotando las pelotas en la pared o el piso.
Mi tercer consejo: haz malabares con lo que tengas a la mano. Si no tienes dinero puedes empezar como yo utilizando pelotas de tenis. Lo mejor de las pelotas de tenis es además rebotan muy bien en la pared. Esto te permite aprender una mayor variedad de trucos.
Además una sola pelota sirve para hacer malabares. Prueba a lanzar la pelota por detrás de la espalda o por debajo de las piernas mientras levantas un pie. Te garantizo que sentirás el esfuerzo físico inmediatamente. Mi cuarto consejo: empieza con una sola pelota.
Por último el quinto consejo, después de que domines algunos trucos puedes conseguir un amigo y hacer malabares juntos. Una cosa es ser capaz de reaccionar a tus propios movimientos y otra muy distinta es reaccionar a los movimientos de otra persona.